domingo, enero 04, 2009

UNA OPINIÓN / EL SENTIDO DE LAS VACACIONES
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 04 Ene 2009

El sentido de las vacaciones. Ha llegado un período del año muy esperado por muchos, especialmente quienes trabajan o estudian. El natural desgaste producido por la actividad laboral, física o intelectual, hace que el organismo desee un merecido descanso, destinado a reponer fuerzas, energías y el ánimo necesario para emprender otra vez una nueva etapa productiva, que no solo beneficie a la persona, sino que a su familia y a la sociedad en su conjunto.
¡Felices quienes tenemos un trabajo! No todos tienen esta oportunidad, existe un alto número de cesantes y sub empleados. Ellos no tienen la dicha de llegar cada día a su casa con la seguridad que con su trabajo y esfuerzo pueden hacer felices a sus familias. Una pena por ellos y ojalá que la lacra de la cesantía deje de golpear a tantas personas y hogares, que solo ven frustradas sus legítimas aspiraciones de dar felicidad a sus familias y hacerlas crecer y progresar en armonía. Este es un llamado principalmente para aquellos que en forma ambiciosa copan y copan muchos puestos de trabajo, no estando en algunos casos calificados para desempeñarlos, pero la ambición es así y dejan sin trabajo a otros que realmente lo necesitan.

El trabajo no solo es una fuente de ingresos: es una forma de realización personal. Quien trabaja siente la satisfacción de estar aportando a la sociedad, de estar contribuyendo a su desarrollo y, muchas veces, el trabajo es una forma de mejorar la sociedad. Por ello se dice que el trabajo dignifica a la persona, la rescata de su condición sub humana y la eleva a un estado de realización sublime. No hay nada más digno y enaltecedor que un jefe de hogar llevando a la mesa familiar el pan nuestro de cada día, y consagrarse al crecimiento y desarrollo de sus hijos y personas a su cargo.

El trabajo es eso, una forma de vida que exige responsabilidad, iniciativa, creatividad, amor, alegría, lealtad, compañerismo, mística. No se trabaja para uno mismo: se trabaja para la familia, para la Comunidad, para la Sociedad en general. Por ello el trabajo siempre debe ser bien hecho, con prolijidad, con esmero. Debe producir cansancio. “No se vive para trabajar y no se trabaja para vivir”. Debe buscarse el justo equilibrio, la ecuación perfecta.

Y en la búsqueda del sentido del trabajo, el ser humano necesita también un período de descanso. Esas son las vacaciones, necesarias, imprescindibles, legales, propias de una sociedad moderna. Las vacaciones de los trabajadores están establecidas en todas las normativas legales de todos los países civilizados. Son un derecho adquirido, que responden a la necesidad de buscar un período de solaz y esparcimiento para reponer las energías gastadas.

Claro está que las vacaciones deben ser para quienes las merecen, para quienes realmente trabajan. No se entiende de otra manera. Quien todo el año haraganea, no tiene derecho a exigir vacaciones, es ilógico.

Sea como sea, las vacaciones para los cristianos son un “cambio de actividad”, no es ocio puro ni abandono total. Las vacaciones son un período para hacer aquello que durante el resto del año no hemos podido hacer, como conocer otros lugares, ir a la piscina, practicar un hobbie, compartir más con la familia, etc.

Para que este tiempo sea bien aprovechado, las vacaciones deben ser bien planificadas en todos sus detalles. Si vamos a salir a otro lugar, cerciorarnos que no queden detalles al azar, revisar bien el vehículo, verificar el presupuesto disponible, asegurarse que la casa quede bien protegida (ojo con los delincuentes).

Las vacaciones son un período valiosísimo, aunque no salga a otro lugar. ¡Qué cosa más agradable quedarse en casa, escuchando música favorita, conversando con la familia y amigos, leyendo esos libros para los cuales en el año no tuvo tiempo! Ojo, si Ud. es papá o mamá, dé el ejemplo a sus hijos: lea bastante. Si sus hijos siempre lo ven leer, no tendrá para que pedirles que lean, simplemente lo imitarán.

Por último, a sus hijos escolares enséñeles que en vacaciones también tienen que dejar un tiempo para estudiar. No es posible que los estudiantes se vayan a sus casas antes de Navidad y regresen en Marzo muchas veces en blanco. Haga un horario de estudio diario, media hora o una hora para que lean en voz alta o estudien otras asignaturas. No deje que sus hijos den ventajas, enséñeles a ser esforzados y con altas expectativas. No deje que se acostumbren a ser flojos de cuerpo y mente. Algún día se lo agradecerán.

¡FELICES VACACIONES DE VERANO!

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