viernes, octubre 12, 2007

DIA DE LA RAZA (12 OCTUBRE)
(preparado por la profesora Nery Riquelme)

La Araucana
De Alonso de Ercilla y Zúñiga

La Araucana escrita por don Alonso de Ercilla y Zúñiga, está escrita en “
octavas reales” que es una combinación métrica de 8 versos endecasílabos distribuidos así:

AB AB AB CC

Es descriptivo el poema. Es como un pintor de batallas.

Del Canto I

Chile, fértil provincia y señalada (11 silabas)
AB
en la región Antártica famosa (11 silabas)

de remotas regiones respetada (11 silabas)
AB
por fuerte, principal y poderosa; (11 silabas)

la gente que produce es tan granada, (11 silabas)
AB
tan soberbia, gallarda y (*) belicosa (11 silabas)

Que no ha (*) sido por rey jamás regida (11 silabas)
CC
Ni a extranjero (*) dominio sometida” (11 silabas)

(*)
Sinalefa (unión de sílabas que permite mantener la métrica del poema)

Alonso de Ercilla y Zúñiga, nació en Madrid 7 de Agosto de 1533 y murió en Madrid 29 Noviembre de 1594), la primera parte de La Araucana fue publicada en Madrid en 1569. La segunda y tercera parte aparecieron en 1578 y 1589.

Ercilla empleó cerca de 30 años en la redacción del poema, lo comenzó en Chile, en medio de la Guerra de la Conquista (1557 - 1558), completó su información en Lima (1558-1561) y continuó trabajando en él hasta su muerte.

El poeta exaltó en esta obra el valor de dos pueblos, el hispánico y el araucano con sincera emoción de artista.

Del Canto II Caupolicán:

“Ufano andaba el bárbaro contento
de haberse más que todos señalado
cuando Caupolicán a aquel asiento,
sin gente, a la ligera, había llegado;
tenía un ojo sin luz de nacimiento
como un fino granate colorado
pero lo que en la vista le faltaba,
en la fuerza y esfuerzo le sobraba”


Nombre de algunos caciques aparecidos en el libro:

Colocolo- Tucapel – Cayocupil -Ongol - Paicabí – Lemolemo – Gualemo – Lebopia - Eliura – Lientur –Purén – Caupolican – Lautaro – Lincoyan – Tome... entre otros.



Por otro lado, rememorando el descubrimiento, conquista y presencia Española en America, nuestro Nóbel de literatura Pablo Neruda escribió en el Libro Confieso que he Vivido

Las Palabras

Todo lo que usted quiera, si señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola... Todo está en la palabra... Una idea entera se cambia porque una palabra se transladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció...

Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas... Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada... Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.





























































































































2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito trabajo realizado por la Maestra Srta. Nery Riquelme , digno de destacar.
Robinson Castro

Anónimo dijo...

Muy bueno el aporte señor Cubillos, lo felicitamos, especialmente por el espacio que brinda a las personas que aman las letras.
Un agradecimiento obviamente a la profesora Nery, para quien va nuestro saludo y que se hace extensivo para todos los maestros.