martes, marzo 05, 2013

LIBERTAD PARA ELEGIR

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 04 Marzo 2013
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Descubrir nuestros talentos personales es una tarea difícil y compleja, más aún, cuando todos los días somos bombardeados por un sin fin de ofertas académicas y laborales que nos pueden confundir. El ser humano se permite equivocarse y volver a comenzar, pero, en ocasiones, es fundamental asumir decisiones correctas y eficaces en beneficio personal y de la comunidad donde habito. Todos y cada uno de nosotros traemos incorporado en nuestros genes habilidades y destrezas para desarrollar tal o cual actividad, pero debemos descubrir, en el silencio de nuestra interioridad, el don, regalado por Dios, para desempeñarnos en el mundo moderno, científico y del conocimiento que nos conduce durante la existencia terrenal.

Preguntarnos: ¿Para qué soy bueno o realizo esto o aquello, cómo colaboro en la gestación de cada nuevo universo por descubrir, cuál será mi futuro y por qué debo participar, como miembro activo, en la sociedad moderna para ser un aporte positivo al desarrollo y la evolución de la vida en la tierra.

Cada quien puede permitirse la adquisición de habilidades en el desempeño de una tarea, dominar conocimientos, practicar la resolución de problemas, alcanzar la síntesis o conclusiones. Es el único que puede aprender a través de una educación sistemática y orgánica. Ésta debe ser una llave que abra mil puertas, genere nuevas y mejores oportunidades y el crecimiento personal.

Descubrir y conocer nuestros talentos, no es fácil. Requiere de mucha preocupación, quizá de la repetición constante, de guardar en la memoria de largo plazo, de estar alerta para elegir el mejor camino en mi vida, cuidarse de los malos hábitos, pues éstos nos dirigen al despeñadero.

Hoy en día, los jóvenes, disponen de múltiples formas para conocer y entender el mundo moderno, las relaciones sociales han cambiado, disponemos de elementos tecnológicos capaces de transformar el modo de comprender la vida y todas sus formas, estar informado es una condición casi vital, por tal, el ser humano se ve obligado a buscar y encontrar su exclusiva vocación al amparo de talentos y virtudes.

Si al joven no le permitimos la oportunidad de experimentar, equivocarse y reinventar su rumbo, descubrir nuevas opciones, verificar las condiciones específicas de cada tarea humana, él no podrá elegir con certeza, ser riguroso al momento de optar por una u otra vocación.

No queremos trabajadores frustrados, desmotivados, que añoran sueños y quimeras que algún día iluminaban su vida y que hoy han claudicado y renunciado a cualquier oportunidad.

Talento y vocación se eligen de acuerdo a las condiciones naturales de cada ser, nadie obliga a otro, a menos que se ponga en juego su vida tras este propósito.

En este artículo me refiero, a la oportunidad crucial en que un hombre o una mujer determinan su horizonte de expectativas y ocupar su sitio en el universo infinito donde habitamos. Talento y vocación señalan y conducen una vida humana, a veces para siempre, por lo tanto debemos elegir correctamente.

Marcelo Sepúlveda Oses

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