jueves, mayo 24, 2012

EL SER HUMANO Y LA REALIDAD CIRCUNDANTE

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 24 Abril 2012
fotomarcelo

A veces, interpretamos equivocadamente los hechos que ocurren a nuestro alrededor, equivocamos los senderos a seguir, ignoramos los pequeños mensajes secretos dados por la naturaleza o simplemente agredimos a otros casi sin darnos cuenta. Difícil convivir en sociedad, en familia o en cualquier grupo social; pero, aunque intentemos desconectarnos del mundo concreto y real, él está allí, complejo y disperso, caótico o mágico, verosímil o mentiroso para proponer acciones y actos que otorgan sentido al día a día de hombres y mujeres en búsqueda permanente del secreto infinito de esta Aldea Global.

Hubo un tiempo en que sentí miedo, un descontrol terrorífico, deseos de escapar más allá de lo cotidiano, inseguridad, desconfianza y falta de convicciones ante el desorden general de las cosas. Pero, igual que la venida de la primavera después del invierno, las cosas cambian, las personas crecen en experiencia, el mundo evoluciona y cada ser alcanza nuevos estados de quietud. Sólo hay que dar tiempo a cada inquietud, esperar, pacientemente, la evolución de las cosas; así, dispondremos de otra oportunidad o transformación de aquella realidad que agobió el sentido del presente.

Vivimos muy a prisa y no alcanzamos a dimensionar el sentido de los hechos que ocurren por doquier. Deseo llamar la atención sobre los detalles peculiares de cada acontecimiento, observar, en el infinito de posibilidades de un día común y corriente, cada suceso como premisa de un nuevo descubrimiento, poner en práctica las hipótesis que cada ser humano puede proponer a propósito de su particular opinión, punto de vista o experiencia vital.

Cada vez que determino una nueva visión o aprendizaje, a través de la experimentación, genero mejores conocimientos o valido propuestas que originan una nueva investigación. Esto puede aplicarse a toda acción y a cada investigación personal. Siempre debemos contrastar los modelos de pensamiento con la realidad circundante en nuestro medio. Por ejemplo, cuando la dueña de casa se propone fabricar un alimento, cualquiera sea, inicia su labor desde la experiencia anterior y va mejorando la receta a medida que practica su versión personal; el alumno, después de incorporar algún aprendizaje, si se vuelca hacia la investigación académica ya sea en libros, la Internet o cualquier medio de que disponga, fortalecerá y afianzará la calidad de aquel conocimiento original.

Admiro la voluntad y vocación que algunos jóvenes se proponen como estrategia de vida, dedican su fortaleza, ánimo y empeño para mejorar sus condiciones de existencia y seguramente, las de otros semejantes.

Todos, sin exclusión, podemos experimentar y conocer el universo que nos circunda. Descubrir respuestas ante los problemas o conflictos para elucubrar soluciones.

Siempre es posible mirar con optimismo el futuro, desplegar fortalezas y proponer metas alcanzables; aún cuando, en reiteradas ocasiones, parecemos golpearnos con un muro, con barreras infranqueables, habitar una sociedad irreal y desconocida, un mundo de papel que no se condice con la realidad cotidiana y todos y cada uno de sus conflictos.

Amigos y amigas, no sin criticar y revelarnos ante la injusticia, la falta de oportunidades o los conflictos evidentes en nuestro medio, disfrutemos el tiempo que nos correspondió vivir, llevemos la risa como velero desplegando toda su fuerza guiado por el impredecible viento, si reímos en plenitud, todo lo demás pasará a segundo plano y si estamos felices descubriremos soluciones más optimistas ante cada desafío.

Marcelo Sepúlveda Oses

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