jueves, agosto 18, 2011

LAS MANIFESTACIONES SOCIALES

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 15 Agosto 2011
muevomono

Quizás, podríamos pensar que la efervescencia social y las múltiples manifestaciones que se han producido en el último tiempo en Chile y el mundo son algo eventual, esporádico y poco común, pero, al parecer, responden a razones más trascendentes y circunstancias especiales que enfrenta nuestra sociedad. En mi limitado conocimiento, intentaré exponer algunas causales de tal fenómeno.

Las personas tienen necesidad de presentar públicamente sus opiniones, punto de vista y proyectos personales o colectivos, recriminar actos y acciones que les parecen injustos, poco serios o discriminatorios, por señalar, sólo algunos. La generación juvenil no está conforme con los modos y maneras en que la generación adulta resuelve los conflictos. Los grupos sociales se interconectan a través de las redes de comunicación y se organizan con facilidad, publican ideas, conceptos y propuestas que pudiesen encontrar referentes y aliados con el afán de sumar fuerzas y actuar como grupo social o masa.

Hoy en día, sabemos que se apropia de la escena política, una crítica ácida y de marcado descontento con la forma y el sentido de pertenencia que la ciudadanía establece con la clase política en general, constatación que se justifica en los resultados expuestos por las encuestas ejecutadas a nivel país. Pero éste, es sólo un elemento en juego, debiéramos recurrir a otros indicadores para dar razón a nuestro planteamiento inicial:. ¿Qué motiva y produce los movimientos sociales que enfrentamos en el presente?

Hemos escuchado que la desigual en la distribución de la riqueza es un trasfondo medular del problema, algo lógico desde el punto de vista de quienes vivimos apremiados por los problemas económicos y visualizamos, cada vez más lejano, el momento en que se disfrute de las ganancias que da el mercado, aquellos que recurrimos al sistema público de salud o a la educación municipal, por mencionar sólo dos ejes articuladores.

En definitiva, existe descontento social, no es algo artificial y las soluciones parecen lejanas, aunque considero que puede ser una oportunidad para crear un acuerdo social, buscar vías alternativas de respuesta a las demandas que se proponen, mejorar las condiciones de vida de quienes más lo necesitan, observar el futuro con esperanza, siempre es posible mejorar y avanzar hacia un mundo mejor.

Cuando las sociedades se manifiestan en grupos heterogéneos de personas, cuando los individuos se masifican, sumamos y aunamos criterios que proponen un discurso múltiple y diverso que requiere de articulación, organización rigurosa y exhaustivo análisis, tarea y obligación de quienes ejercen liderazgo y conducción, por lo tanto, esperamos, ahora, que aquellos individuos a quienes les compete ejercer acertadamente una función de líderes referentes, actúen a la altura de las expectativas situadas en su persona.

De seguro, podremos potenciar este momento de efervescencia social y manifestación de masas para mejorar nuestras condiciones de vida y crear una sociedad más justa y equitativa, más humana y menos materialista, de convivencia social opuesto al individualismo extremo que percibimos hace algunos años, de encuentro, pues las personas están redescubriendo que a su lado y alrededor viven otros seres que pueden tener las mismas necesidades, opiniones e ideas innovadoras, creencias, críticas diversas y sueños de futuro.

Invito a todos, sin distinción, a que seamos capaces de dialogar, escucharnos y buscar las tan ansiadas respuestas a los requerimientos de este nuevo tiempo, de esta nueva sociedad, sociedad que se construye entre todos, pues nadie sobra y cualquier opinión, por mínima que ésta sea o parezca, merece atención.

Marcelo Sepúlveda Oses

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