miércoles, junio 22, 2011

El MUNDO DE HOY

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 21 Junio 2011
muevomono

Hace unos días, me preguntaban: ¿Profesor, cuál es la opinión que usted tiene de este mundo actual? Intenté responder sumando varios temas centrales que pudiesen dar luces sobre la humanidad, el ser humano y nuestra realidad. No podemos desconocer la vida en un medio ambiente particular (también llamado hábitat) las circunstancias que nos corresponde vivir y la forma en que miramos la existencia en un proceso de constante y permanente transformación.

En este tiempo convulsionado, revuelto, dinámico y vertiginosos es común escuchar me falta tiempo, no alcancé a realizar tal o cual actividad pues me faltó tiempo, la vida pasa tan rápido y el concepto tiempo subordina todas nuestras acciones. Contra-pregunté a mi interlocutor ¿Para dónde corremos con tan prisa que no nos damos el momento para observar y mirar con atención las cosas que suceden frente a nuestros sentidos? Disfrutar mirando una mariposa multicolor después de abandonar su capullo.

Aunque, si consideramos el viaje de la tierra alrededor del sol y su efecto inmediato que son las estaciones del año, tampoco llegamos a acuerdo, demasiado calor, mucho frío, nunca estamos conforme, pero en este tema deseo detenerme, ya lo manifesté en algún artículo anterior: Invierno, lluvias, temporal, frío y una situación de emergencia para miles de familias que se encuentran viviendo en mediaguas y condiciones extremas. Aún, no enfrentamos decididamente la reconstrucción después del terremoto y quienes más sufren son siempre los niños ya adultos mayores, los más desamparados, los humildes hijos de esta tierra. Podremos discutir, señalar discursos, propuestas, estrategias y tanto más, pero en definitiva, miles y miles deben asumir el dolor del desarraigo y soluciones cada vez más distantes. Alguien tendrá que hacer algo, esto es de amor al prójimo, de solidaridad y empatía (Ponerse en el lugar del otro) ojalá, lo pobres, no sigan esperando. Es este, también, el mundo actual, la vida concreta y cotidiana.

Cuando encendemos el televisor, deprime la información que se proyecta, muerte, robo, odio y violencia extrema, pero los temas trascendentales, la discusión certera y eficaz sobre los problemas sociales, las necesidades del Chile humilde, maltratado, discriminado y ofendido a partir del concepto de distribución desigual de la riqueza, entre muchos otros, no aparece. Tal dicotomía, nos da luces de asombro para responder a la pregunta inicial.

Otro elemento importante de considerar, también ya mencionado, anteriormente, tiene que ver con la Educación y toda la problemática que hoy estamos vivenciando, algo está mal y no lo podemos desconocer. Creo atingente señalar que todos los actores sociales tienen algo qué decir y las autoridades y las Instituciones de igual modo. Los problemas, según el criterio del modelo científico, nos plantean: Detectar un diagnóstico adecuado, posibles soluciones, puesta en marcha de las diversas y múltiples alternativas de respuesta y el análisis de los resultados o síntesis y conclusión. No podemos hacer oídos sordos a lo que es ya evidente.

Debemos escuchar a los jóvenes, pues ellos están representando el presente que se convertirá en futuro en el corto plazo, quizás es pertinente orientar y encauzar adecuadamente sus conductas y acciones, sobre todo a nivel valórico y moral, pero la experiencia de la historia nos señala: Poner atención a los grupos sociales cuando exponen sus inquietudes; recuerdo, entonces, la caída del muro de Berlín, por poner un ejemplo, guardando, prudentemente, las proporciones.

En resumen, la pregunta es de difícil respuesta y entronca con infinidad de temáticas de aristas y lineamientos confusos, pero debemos intentar, según nuestras capacidades y el criterio que utilicemos para mirar y observar la realidad circundante de una sociedad en crisis, quizás decadente, altamente permisiva, licenciosa, aquí se expresa un monopolio de la verdad en unos pocos, consumista, materialista e individualista, solidaridad momentánea y por interés, inconscientes, en general, de los grandes temas vigentes, inconsecuentes entre el discurso y los hechos.

Debo agradecer la pregunta y trataré de buscar respuestas, si sumamos a muchas otras personas es posible encontrar soluciones adecuadas.

Marcelo Sepúlveda Oses

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