Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 06 Diciembre 2010
A propósito de la Licenciatura 2010 de nuestro Liceo Guillermo Marín L. C 36 de Retiro y reconociendo un quehacer pedagógico y académico comprometido con nuestros estudiantes, agregando, además, una aplicación permanente de objetivos transversales en el trato e interacción al interior de nuestras salas de clase y en la relación cotidiana del conjunto de la Unidad Educativa, comparto con ustedes, amables lectores, mi reflexión y concepto de vida personal en la consecución de la tarea educativa encomendada por la sociedad y nuestra patria para así, formar, en definitiva: Mejores personas.
Estamos ciertos de múltiples debilidades y carencias, pero, orgullosos destacamos que el objeto meridiano de nuestro Proyecto Educativo atiende al ser humano que se encarna en personas reales, de carne y hueso dispuesto a conocer, comprender y alcanzar personales conclusiones. Muchos, no alcanzan a cumplir con las metas trazadas por este ideario, aunque intentamos no abandonarlos a la deriva:
“Hoy me pregunto como siempre me he preguntado el por qué de todas las cosas. El por qué estar aquí justo en este momento, por qué las palabras son palabras, los besos caricias, el agua y el aire vida, el fuego energía, la tierra una nave viajeras por el espacio, nuestra cuna, casa, madre protectora. Aquí todas las cosas dependen unas de otras, la noche del día, el océano de una ola, el discípulo del maestro y el maestro de su antiguo instructor.
Dios desde alguna parte lejana hoy nos vigila. Hemos caminado juntos mucho tiempo, discutido sobre el hombre y su existencia, aprendido juegos matemáticos, leyes, reglas y argumentos, a ser más y mejores personas, hombres y mujeres de bien, honestos responsables y cariñosos, hemos ido paso a paso, tranco a tranco construyendo y armando el nuevo mundo, ofreciendo una corrección firme, plena de afecto y cariño cuando la ocasión lo amerita.
Hoy me pregunto el por qué sobre la labor pedagógica, de esta hacer un tanto noble, un tanto divino, quizás la respuesta no la conocemos, sólo asumimos la certeza que cada palabra, cada gesto, cada mirada deja un recuerdo, una marca como estela de cometa, cada sacrificio otorga un premio, cada desvelo una nueva certeza.
Nuestro querido Liceo Guillermo Marín Larraín C-36 de Retiro, les despide, en nuestro nombre les deseamos buena ventura, éxito, felicidad, paz, quietud y armonía.
Entonces el por qué se escribe con sólo cuatro letras, cuatro nobles herramientas con las que levantaremos otras casa, otras escuelas y otros liceos. Cuatro letras que apenas se balbucean cuando somos pequeños y que hoy navegan diestras en la existencia personal de cada uno. Cuatro letras, sólo cuatro letras:
A de afecto-ánimo-anhelo y acuerdo
M de madre-modelo-madurez y maestro
O de orden-objetivo-oportunidad y oración
R de razón-respeto-responsabilidad y recuerdo
Todo el universo conocido y quizás por conocer nace en el amor, aquel amor escrito con cuatro letras. No lo olviden alumnos egresados de 4º año medio en cualquier lugar de Chile: AMOR se escribe sólo con cuatro letras.”
Marcelo Sepúlveda Oses
No hay comentarios.:
Publicar un comentario