martes, septiembre 07, 2010


DE VIAJE POR EL NORTE DE FRANCIA
Recibido de José Luis Paz Ceroni desde Bélgica el 07 Setiembre 2010

Parece que eso del Mont Saint Michel es algo que tu deseas conocer también. Bueno no es tan cerca como tu piensas está a unos 600 kilómetros de casa. Eso parece ser bastante pero en carretera demoras unas seis horas y media. Es siempre autopista salvo pequeños tramos. Además se va por carreteras que no son frecuentadas por camiones lo que hace que el tráfico es fluido.
Mont Saint Michael
El viaje  lo hicimos en dos etapas ya que nuestro destino final era la ciudad de Morlaix en Bretaña. Primero hicimos una parada de tres días en la bahía del Monte Saint Michel.  Como salimos un jueves no había mucha circulación y el día era asoleado. Un viaje tranquilo y agradable.  Cuando llegamos comenzamos a buscar nuestro alojamiento que era un cuarto de huéspedes ("Bed and breakfast"). Solo conocíamos el nombre del pequeño pueblo y sabíamos que  la dueña se llamaba "Helène".  Luego de mucho buscar y dar vueltas  y vueltas preguntamos en una casa y unos muchachos muy amables cogieron su coche y nos dijeron que los siguiéramos hasta donde "Madame Helène". La señora es una adorable persona de edad que ha sido la enfermera del pueblo durante toda su vida. Conoce a todos y todos la conocen. En su vejez ha arreglado unas habitaciones en la casa que heredó de sus padres y las alquila según esta modalidad (ByB). Desde la habitación que nos destinó había una  vista esplendida de la bahía y del Mont Saint Michel como podrán apreciar en la foto que tomé desde el jardín.


El Monte queda casi al centro de una inmensa bahía en el límite de Normandía y Bretaña. Nosotros estábamos alojados en el lado bretón. La casa se situaba en una colina y a nuestros pies los "Pólders".
Como en Holanda, en esta zona le han ganado tierra al mar y hay una zona de Polders. Aunque los trabajos comenzaron en el siglo XVIII solo fueron terminados a mediados del siglo XX. Todo ello ha contribuido a acelerar el “arenamiento” de  la Bahía  y por ello hoy en día es posible  ir en coche hasta el pié del monte. Claro que cuando se va hay que leer bien los letreros que ponen. Según la amplitud de la marea  los aparcamientos pueden ser inundados por el mar cuando ella sube. En los carteles se indica las horas de la marea y si se puede dejar el coche en ese lugar o la hora en la que hay que retirarlo. Sabían que la diferencia de altura entre el mínimo de la marea y el máximo que le sigue ( "marnage" en français ) en la bahía del Mont Saint Michel,  puede llegar a 13 metros!! Eso pasa durante las grandes mareas de equinoccio.
Roscof alta marea  web Roscof Baja marea 2 web
Cuando estuvimos la diferencia  no eran tan importantes pero era posible ver como iba subiendo el mar. Actualmente están haciendo trabajos para desarenar la bahía y volver a convertir St. Michel en una isla. Cuando va subiendo la marea se ponen vigías en las murallas del monte y con binoculares van observando si no hay gente que puede ser sorprendida por la subida rápida de las aguas. Es que cuando el mar no está presente mucha gente va a visitar la pequeña isla  de Contantín que no está muy lejos. Algunas veces los turistas imprudentes  no calculan bien el regreso y son sorprendidos por el mar. 

En las grandes mareas el agua puede avanzar a una velocidad de  más de 25 Km. por hora y como el terreno no  es plano, la gente  puede ser sorprendida o quedar en un montículo rodeada del mar casi sin darse cuenta. 

El primer contacto con el Monte nos decepcionó un poco. Fuimos a verlo el mismo día que llegamos por la tarde. Tomamos la ruta de los pólderes, por un laberinto de caminos.

Como todo está fortificado se ingresa por una puerta y un puente levadizo que da a una callejuela medieval pero que hoy en día está  llena de comercios de todo tipo. Restaurantes carísimo y tiendas de souvenirs con chucherías y cachivaches unos al lado de los otros. Pero a medida que vas subiendo, los turistas se dispersan, la atmósfera cambia y es fácil imaginar la paz y tranquilidad que debería haber habido en épocas pasadas.

Al día siguiente decidimos ir nuevamente pero en la noche para ver la subida de la marea.
Mont St Michel 9 bis 
El Mont Saint Michel es mucho mas bello de noche. Los omnibuses de turistas no traen su carga de turistas a esas horas. Hay pues mucho menos gente y la penumbra, cuando el sol se oculta en el horizonte vuelve el lugar mágico. Esa noche si fuimos a visitar la Abadía que está en la parte más alta del monte. Toda iluminada por fuera y por dentro y en algunas salas había músicos que tocaban instrumentos antiguos como la viola de Gamba , el clavicordio, el arpa. Las iluminaciones y el laberinto de escaleras y pasadizos  pueden provocar un sentimiento de claustrofobia o de sentirse acorralado. Creo que sin las flechas que indican el camino alguien se puede extraviar. Pero de pronto, llegas a una terraza. Estuvimos allí justo cuando en el horizonte el Sol se ocultaba. Es algo muy hermoso, difícil de  olvidar.

No muy lejos de donde estábamos alojados está la ciudad de Saint Malo. Una ciudad amurallada que fue casi completamente destruida por los bombardeos aliados durante la segunda guerra mundial . Fue reconstruida según un estilo antiguo aunque no totalmente  como era antes del bombardeo. Murallas, torres, callejuelas. De Saint Maló partió la primera expedición francesa a lo que hoy es Canadá.

Por esa zona están los más grandes viveros de ostras bretonas. Por todas partes la gente come ostras "planas". luego de comerlas tiran la concha al mar! Si vieras como se ve el fondo del mar en la playa; totalmente tapizado de conchas de ostras.
Conchas de ostras bis
Lejos de la costa fuimos a visitar un sitio prehistórico llamado "la roca de las hadas". Son unos dólmenes que forman un cobertizo.
La roca de las hadas bis 
Según la  explicación que nos dieron lo que se ve hoy en día es la estructura interna de un túmulo que con el paso del tiempo, la erosión y la utilización de las piedras como cantera, solo queda lo que hoy se puede visitar. Enormes piedras que forman un pasadizo cubierto de grandes lajas de unos 20 metros. Visitamos también Rennes la capital de la Bretaña. Pero no nos quedamos mucho tiempo y solo dimos una vuelta por el centro de la vieja ciudad.
Calle de Honfleur 3 web
Luego de tres días seguimos viaje hacia la ciudad de Morlaix (a 200 kilómetros de donde estábamos) donde también habíamos reservado un cuarto de huéspedes en pleno campo a unos 15 kilómetros.
Calle de Morlaix 2 web Dinan 2 bis
La ciudad e Morlaix está en una ensenada que se va abriendo hacia el mar. En el mar, en el centro de ella,  luego del pillaje de la ciudad por los ingleses, allá por 1500 y tantos  se  edificó un fuerte para protegerla. La ciudad en si es bonita pero un enorme viaducto ferroviario la atraviesa justo en el centro. Es que Morlaix está en un valle estrecho como una quebrada. Cuando se construyó la línea que iba hasta Brest, para no dar un rodeo, edificaron  ese inmenso viaducto. Según cuentan, cuando  la esposa del arquitecto tomaba el tren, se bajaba antes del viaducto y  lo volvía a abordar luego de pasado el viaducto. No confiaba en los cálculos del marido!!
Morlaix Plaza Allende web
Durante la segunda guerra  los alemanes  ocuparon el puerto de Brest y lo transformaron en una base  importante de submarinos. Desde allí salían a atacar a los barcos que pasaban por el canal de la Mancha. La línea férrea era de vital importancia para el puerto. Los aliados trataron de destruirla en su punto más difícil de reconstruir: El viaducto de Morlaix. Fue un intenso ataque aéreo pero el viaducto sufrió pocos daños y fue rápidamente reparado. En el ataque  murieron  como 80 personas  de las cuales 30 eran niños. Están enterrados todos juntos en una pequeña capilla construida al lado  del viaducto.

Cerca de Morlaix y siempre en la misma ensenada hay un sitio prehistórico único. Es un tumulus que ha sido muy bien, conservado. Se puede ver como los dólmenes, eran construcciones que  servían de entrada a los pequeños túneles que llevan a las tumbas que allí se han encontrado. Està en la localidad de Bernenez y se encuentra en la cumbre de una colina desde donde se ve casi toda la ensenada de Morlaix.
Tumulus de Bernenez 6 web
En Morlaix tomamos una excursión que comprendía un trayecto en tren y otro en barco. El paseo con guía comenzó  en el  puerto de Roscof  a unos 30 Km. De allí en tren a Morlaix y luego aprovechando la marea de regreso en barco hasta el punto de partida. De paso se visitaba el fuerte del Toro que protegía la ensenada de los ataques Ingleses. Según la guía el puerto de Morlaix llegó a ser el tercer puerto francés. Su especialidad era la exportación de lino hacia Inglaterra. Se volvió una ciudad rica y próspera; eso atrajo  a piratas o corsarios según los vaivenes de las relaciones entre  Inglaterra y Francia.

Luego de la decadencia la región se dedicó al cultivo de legumbres, hortalizas, ya que el clima es bastante temperado. La mayor parte de la producción se exportaba hacia Paris y otras ciudades de Francia. A comienzos del siglo XIX en Roscoff comenzaron a producir unas cebollas rosadas, de origen portugués, que las exportaban a Inglaterra.  En Inglaterra, a los vendedores franceses les llamaban los "Johnnies". Llevaban las cebollas en trenzas como hoy en día se vende el ajo. Según nos contaban, el nombre de Johnnies les viene por que en general los franceses eran muchachitos de 10 o 12 años bastante bajitos. Yo de Inglés no se mucho pero nos decían que en la Bella Albion eso significaba "los pequeños hombrecitos". Vaya usted a saber!

Bretaña es  una región muy hermosa con restos  prehistóricos únicos. Hay Dólmenes y Menhires por doquier. Son gente de mar. Te hablan de las mareas, de la altura que tendrá ese día, de las horas  en que subirá o bajará, de los coeficientes; como en otras partes se habla del tiempo. No por nada la zona se llama el Finistère: el fin de la tierra. Tenemos que regresar para conocer la parte sur que nos cuentan que es muy bella y por supuesto más turística.
El fuerte del toro Morlaix web
Al retorno habíamos planeado quedarnos algunos días en Honfleur, en Normandía.  Durante el viaje de regreso también conocimos la bella ciudad de Dinan. Magnífica rodeada de grandes murallas y muy bien conservada. Se nos fue pasando el tiempo y al final decidimos volver donde Helène ya que Dinan no es lejos del Monte Saint Michel.  Ella encantada de recibirnos pero como todo en su casa  estaba completo nos envío donde una amiga  cuya pasión por las medicinas alternativas era la misma que la de Marika. Ya te imaginas las largas conversaciones que resultaron de ese encuentro.
Honfleur 4 web
En el camino de regreso paramos en Honfleur. Una linda ciudad Normanda al borde del mar. Muy visitada por los turistas, sobre todo en verano.  Es una ciudad con callejuelas estrechas y casas de lo más pintorescas construidas en "colombage" (disculpa, no se como se traduce en castellano). La estructura esta constituida de grandes vigas de madera y el espacio que queda es rellenado con otros materiales. Las vigas verticales o en cruz quedan aparentes y constituyen casi la decoración externa de la casa. Es una técnica que se asemeja a la  utilizada en Alsacia y Alemania pero que nos contaban que en la costa normanda está inspirada de la construcción de navíos de madera de antaño. Los pueblos esos nos recuerdan las ilustraciones de los libros de cuentos para niños.

Llegamos a Bruselas a eso de las 9 de la noche y nuestro hijo Serge nos esperaba con una botella de vino tino y unos spaghetti. Hummm!! No es que hubiéramos comido mal en  el viaje (sobre todo panqueques salados, especialidad bretona)  pero  es tan bueno volver a encontrar los gustos y aromas del hogar;  no es cierto?

La venida de mi hermana y los viajes que hemos hecho ya no nos permiten ir este año a la segunda reunión de los Ceroni en Casola Valsenio. Además la hacen demasiado tarde puesto que fines de septiembre el tiempo puede ser muy  lluvioso y  claro hacer tantos kilómetros solo para una reunión no vale la pena.  Los años anteriores pasábamos unos días en Italia con un primo que tenemos y luego asistíamos a la reunión. Este año no será posible.

Un fuerte abrazo para ti y tu familia así como a todos los Ceroni de Parral

José Luis y Marika

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