miércoles, diciembre 23, 2009

MEMORIAS DE UN VIAJE A TAILANDIA
Recibido de José Luis Paz Ceroni desde Overijse / Bélgica el 18 Dic 2009

Nos fuimos a Tailandia por unos veinte días. Regresamos bastante cansados pero contentísimos de nuestro viaje. Todo salió perfecto.


Tailandia es un país muy hermoso. Es un clima muy tropical, un poco como Los Andes peruanos en su vertiente amazónica aunque sin tanta vegetación. El paisaje es totalmente tropical y el ambiente es húmedo lo que favorece la emergencia de gran variedad de plantas y flores. Las casas, sobre todo en el norte, son muy parecidas a las de la amazonía. Están basadas en el mismo principio: de madera, todas abiertas y levantadas sobre plataformas para que cuando lleguen las lluvias o se desborden los ríos no se inunden.

Dicen que en la época de lluvias, que ellos llaman "El Monzón", cae tanta agua que en pocos minutos inunda todo, se desbordan los ríos y la gente casi tiene que nadar. Bueno eso pasa en verano es decir en los meses de julio a octubre. A partir de noviembre viene lo que ellos llaman el invierno. Es sin embargo más caluroso que nuestro verano belga. Están tan acostumbrados a temperaturas altas que en cuanto hace 25 grados tienen frío. Se abrigan y se ponen casacas y abrigos mientras a nosotros la temperatura nos parece ideal.

Desde Bruselas a Tailandia el vuelo directo dura 12 horas. Una escala en Abú Dhabi que es cerca de Dubai. Partimos con temperaturas de 5 grados y llegando en Abú Dhabi seis horas más tarde, hacía ya 30 grados y eso que era de noche cuando llegamos. La escala duró unas dos horas y luego 6 horas más de vuelo hasta Bangkok donde aterrizamos a eso de las 7:30 hora local y ya la temperatura indicaba 28 grados en la sombra. El tours comenzó esa misma tarde. El tiempo de instalarnos en el hotel y salimos a visitar un poco la ciudad. Fuimos a visitar el mercado y el inmenso y pintoresco barrio chino.


En Bangkok hay un gran mercado cubierto aunque en las calles aledañas también hay muchos puestos. Cuando lo visitas te das cuenta inmediatamente de algo anormal dado las circunstancias. Es decir que toda clase de productos están mezclados: carne, pescado, comida y toda clase de frutas desconocidas, A pesar de ello no sientes esos olores característicos de los mercados y cosa extraordinaria no se ven moscas! Y eso que el suelo no creas que está limpio ni nada y cuando lo visitamos la temperatura era ya de más de 35 grados a la sombra. Debe quizá ser por que ves muchos pequeños altares en los que la gente pone como ofrendas unos palitos prendidos que despiden un humito perfumado.

No es costumbre coger y tocar los alimentos expuestos a la venta. Si lo haces tienes que comprarlo. No ves pues a nadie tomando tomates u otras verduras por ejemplo y luego depositándolos sin comprarlos. Eso hace que todo esté muy bien presentado.


Bangkok es una ciudad muy grande y como toda gran aglomeración muy contaminada. En el tours estaba previsto visitar el edificio más alto de Bangkok. Dicho edificio posee en el piso más alto una plataforma metálica circular que gira alrededor del edificio que tiene como 90 pisos. Así se puede ver una vista panorámica de la ciudad. Está como envuelta en una bruma debido al tráfico intenso y los embotellamientos que hay por todas partes y que se pueden ver muy bien desde ese punto de vista. Ah, me olvidaba de decirte que ellos circulan a la izquierda como los ingleses. Así que hay que tener mucho cuidado cuando atraviesas las calles; mirar a la derecha, luego a la izquierda.


Si bien el primer día éramos más de 50 personas en el grupo al día siguiente nos separaron por rol lingüístico y a nosotros nos tocó una guía Thai que hablaba perfectamente el francés. Los de habla francesa éramos 21. Y nos entendimos muy bien durante todo el viaje ya que eran alegres y fiesteros. Eso hizo que el viaje fuera aún más divertido.

Una de las más bellas atracciones de Bangkok es El Recinto del antiguo palacio Real. Es de una belleza increíble!; Es un complejo de edificios de lo más bello. Nunca he visto un lugar tan bonito y sobre todo tan armonioso. Es inmenso y hay muchos edificios religiosos. En uno de ellos hay un Buda echado enorme. Mide más de 40 metros de largo y 15 metros de alto. Todo dorado y resplandeciente como si fuera de oro. En la foto podrás darte una idea de lo bonito que es.


Tailandia es un país muy seguro y casi sin delincuencia. Los pocos ladrones o carteristas son extranjeros. Aunque en verdad nunca vimos a ninguno ni oímos hablar de robos. El Tailandés es de de una gran honradez. Uno se siente seguro en cualquier parte. Flota en el aire una atmósfera de tranquilidad (a pesar del bullicio) que te sientes bien en ese país., Y los Thai son extremamente gentiles. El único inconveniente es que no entienden si no su idioma y si les hablas en inglés responden siempre "Yes" "Yes" con una gran sonrisa. Pero seguro que no entendieron lo que les dijiste. Eso incluso en los grandes hoteles donde en general siempre el personal habla inglés. Pero son tan amables y siempre sonrientes que es difícil molestarse con ellos.

Otra cosa que llama la atención es no ver mendigos ni gente o niños que piden dinero. Si por si acaso se veía alguno era como los delincuentes, no era un Thai si no un Camboyano o Laosiano. Según lo que nos explicó el guía, es un deshonor que un niño pida dinero y si eres muy pobre ingresas a un monasterio Budista.


De hecho todos los tailandeses, hombres y mujeres, pasan un tiempo en el convento budista. Ese período no está determinado y cada quien decide el tiempo que se queda. Nuestro guía, una señorita, pasó seis meses cuando acabó sus estudios universitarios. Incluso el Rey de Tailandia no escapó a esa costumbre y cuando joven estuvo por unos meses en un monasterio. Fue tratado como un monje cualquiera sin ningún privilegio y viviendo de la caridad pública como todos los otros.


Antes que regresáramos el hijo mayor de un amigo belga que vive en Tailandia, ingresó al monasterio por seis meses. El muchacho de 14 años decidió hacerlo. Allí va a vivir como un monje, hacer sus plegarias rituales; alimentarse como ellos dos veces al día de lo que la gente le dé y recibir por supuesto una enseñanza del budismo. Eso lo va ha transformar completamente ya que la vida es austera y bastante dura para un adolescente. Un día antes que regresáramos ingresó. Le raparon la cabeza y lo vistieron con esa túnica amarillo-naranja con que se visten los monjes budistas.



Luego de ver algunas maravillas de Bangkok estuvimos en el "Mercado flotante". Es que todo se hace en canoas. Y el lugar parece lleno de canales y ríos. El guía nos explicaba que si bien algunos Thai van a comprar frutas y verduras con el tiempo ese mercado se ha vuelto solo para los turistas. Nos aconsejaba que compráramos algo ya que de otra forma ese mercado desaparecería puesto que los clientes mayoritariamente son turistas. Lo mejor que compras allí es fruta. Y que fruta!! Unos mangos y piñas deliciosos así como una variedad increíble de otros frutos que no conocíamos; y eso que no es la época.

Estuvimos también en el Río Kwai. Yo no sabía que en esa región, durante la guerra, los japoneses construyeron una línea férrea de 400 kilómetros. Para ello se valieron de los prisioneros y de los tailandeses.

La línea costó la vida a 100 000 personas. Hoy en día de ella no queda si no unos 80 kilómetros. Hasta el puente aquel de la película ya no existe. Da mucha tristeza ver ese cementerio y leer en las tumbas que los soldados allí enterrados eran jóvenes de 23 o 25 años. A mi no me pareció correcto ni ético que en ese lugar donde hubo tanto sufrimiento hoy en día haya hoteles lujosos y que la muerte de tantos seres humanos y las torturas que sufrieron se haya vuelto una atracción turística. Debería ser un lugar de recogimiento, meditación sobre lo efímero de nuestras existencias, la soberbia y vanidad humana. Como la insensatez ha podido llegar a tantas barbaridades. Yo no me sentí nada bien en ese lugar.

Nuestro viaje comprendió las antiguas capitales de Tailandia: Ayutaya.

Fue una de las capitales más famosas de la Tailandia que en aquella época los europeos llamaron el “Reino de Siam”. No se si tu conoces una antigua película (1956) con Yul Brynner Y Deborah KerrEl Rey y yo" basada en una comedia musical. Esa película está prohibida en Tailandia por que nos decía el guía no respeta la verdad histórica y ofende a la dinastía real. Para los tailandeses el Rey es venerado casi como un dios y hay que respetarlo.

Fuimos hasta el norte a una zona llamada el "Triángulo de Oro". Es la frontera entre Tailandia, Laos y Birmania. Le llaman así por que en ese lugar floreció el tráfico de opio entre esos países y de allí hacia china y Europa.

El norte es más montañoso aunque no como la vertiente amazónica. Es verdaderamente muy bonito y cuando viajas hacia allí, recorres inmensos territorios donde se siembra arroz. Ves agua por todas partes. Además tienen viveros de una especie de gran camarón y de peces.

La comida Thai es muy rica pero picantísima. Para poder comerla hay que pedirla sin picante e incluso entonces mama mía! pica para nosotros. La gente come a todas horas y por todas partes. Hay puestos de comidas, triciclos, restaurantes en tal cantidad que te preguntas como pueden vivir. Todo se come. Larvas, orugas, saltamontes, escorpiones unas especies de cucarachas, serpientes en algunas regiones unas ratas blancas que viven en los arrozales. Todo ello generalmente frito y arrebozado. El arroz acompaña todo o con la harina hacen pastas o sopas y hasta postres. Hacen como unas humitas de harina de arroz, también envueltas en hoja de plátano o a veces la masa la cuecen dentro de una caña de bambú. Y la verdad que son muy buenas.

Fuimos también a ver danzas y espectáculos muy hermosos. Marika y Serge hicieron un paseo de un par de horas en elefante. Aunque no lo crean hay elefantes que saben pintar cuadros. Flores árboles incluso otro elefante. Cogen un pincel con la trompa y el “cornack” les da las pinturas. Luego si deseas puedes comprar los cuadros. Nunca pintan dos veces lo mismo.


En Tailandia hay cantidad de variedades de orquídeas. Y los tailandeses las cultivan en nueces de coco previamente vaciadas y las cuelgan en los árboles. Hemos visto así unos jardines de una belleza increíbles.


La última semana estuvimos con un colega y la familia de su hijo Jimmy. Jimmy es casado con una Tailandesa y tienen dos hijos: Ray y Leyla. Ellos viven cerca de Pataya que es la playa más conocida por su turismo sexual.

Se ve cantidad de viejos europeos con tailandesas jóvenes agarraditos de la mano. También hay mucha homosexualidad. Todo ello nos cuentan, comenzó durante la guerra de Vietnam. Fueron los norteamericanos de una base militar cerca de allí que convirtieron un pequeño pueblo de pescadores en lo que es hoy en día. Cuando se acabó la guerra la cosa continuó y hoy están tratando de frenar eso proponiendo visitas a lugares cercanos interesantes. Jimmy vive un poco distante de Pataya pero la ciudad crece y ya están construyendo hoteles por todos lados. Nuestro hotel estaba junto al mar y claro lo alquilamos por nuestra cuenta y no era del lujo y confort de los que tuvimos en el Tours. Esos hoteles si que eran muchas veces lujosísimos.


Una de las especialidades de Tailandia son los masajes. En la última semana estuvimos casi todos los días. No se cuantos masajes nos hemos hecho!! No creas que son como caricias. Nada de eso. Te hacen doler que hay personas que gritan de dolor. Utilizan las manos, los codos, la rodilla y los pies y aunque casi siempre son mujeres tiene una fuerza! Por eso nos aconsejaron siempre de decir "masaje médium por favor". Es como si trataran de separar las fibras musculares o despegarlos del hueso. Pero después te sientes magnífico. Ligero y lleno de energía. Nosotros íbamos sobre todo a una especie de instituto donde los masajistas eran ciegos. Los ciegos tienen una sensibilidad particular y se dan cuenta al tacto donde tienes problemas.


Hemos hecho una pequeña recopilación de fotos para que tengan una pequeña idea. Claro que tomamos como 600 fotos y no te las puedo enviar. Las he puesto en un documento Word. Ya que es fastidioso adjuntarlas de otra forma.


Aun estamos con la mente en Tailandia y nos cuesta acostumbrarnos a este clima frío, gris y lluvioso. Actualmente el sol se levanta a las 9 de la mañana y se pone a las 4 de la tarde. Y así las horas de luz serán cada vez más cortas hasta el 21 donde nuevamente los días se volverán a alargar.


Actualmente ya de vuelta en casa, el frío ha caído de repente y en una semana hemos pasado de 10 grados sobre cero a 10 bajo cero. Y ayer ha nevado que la ciudad se volvió una locura. Embotellamientos monstruosos y en las carreteras camiones atravesados y nadie se movía durante horas. Hoy ha amanecido soleado y es tan lindo ver la nieve fresca bajo un sol radiante.


En fin dentro de algunos días es Navidad y la locura de los regalitos está en su apogeo.


Feliz Navidad

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