domingo, julio 05, 2009

UNA OPINIÓN / EL PROFUNDO IMPACTO SOCIAL DE LA EDUCACIÓN SISTEMÁTICA
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 06 Jul 2009
El profundo impacto social de la Educación Sistemática. No existe una herramienta más poderosa para la promoción social que el Proceso Educativo Sistemático. Este proceso está presente en las Escuelas, Colegios, Liceos, Universidades, etc., y responde a Políticas Públicas de Estado, las que consecuentemente proponen un decidido aumento de la escolaridad promedio para superar las crónicas condiciones de pobreza en la cual viven millones de personas en el mundo.
Cuando se analiza el proceso educativo, felizmente se asocia también a la Educación que reciben los niños y jóvenes en sus hogares y en la Comunidad a la cual pertenecen. En suma, se hace referencia a cómo la sociedad en general promueve conocimientos, cultura y valores que permitan la formación integral de las distintas generaciones, resolviendo su Proyecto de vida.
En esta oportunidad se hará referencia al impacto que la Educación Sistemática tiene sobre los niños y jóvenes de cada país. Esa es la Educación que posibilita la promoción social y, consecuentemente, permite a las personas romper el círculo de la pobreza con el fin de mejorar su calidad de vida. Hasta ahí está todo claro… porque en nuestro país desde hace décadas se han dado las condiciones necesarias y se han implementado Políticas Educacionales Públicas que conllevan al logro del objetivo anterior.
No es el caso de América Latina en general ni de los países de África, regiones del Planeta en que –como promedio- las condiciones de vida siguen siendo desfavorables y, paralelamente, la Educación no ha tenido el desarrollo que realmente debiera tener. Según expertos, académicos y especialistas en el tema “la variable estratégica que decidirá el destino de América Latina en el Siglo XXI es la Educación”. ¿Por qué razón? Simplemente porque en América Latina existe un Bono Demográfico, esto es, las personas jóvenes son mayoría en relación a las personas de edad avanzada. Ello permite pensar en la urgencia de invertir en el segmento poblacional más joven, dado que a ellos les corresponderá conducir a la sociedad latinoamericana de las próximas décadas. Este fenómeno no ocurre en Europa o en los países asociados a la OCDE, ya que en ellos la población anciana es la preponderante.
Estamos en plenitud en la sociedad del conocimiento, de tal manera que es imprescindible que las personas accedan totalmente a la Educación Formal, para poder insertarse positivamente a los cambios científico tecnológicos que remecen al mundo actual. Pero no basta con resolver el problema de la cobertura educacional, sino que deben darse todas las condiciones para que la Educación realmente sea de CALIDAD. No basta con que un joven apruebe 4º Medio, el tema es cuánto aporta a la sociedad y a sí mismo con ese Nivel de Escolaridad. Aquí es donde los profesores tenemos mucho que decir… Debemos hacer que niños y jóvenes logren en sus Colegios los Aprendizajes que están previamente señalados en los respectivos Programas de Estudio. Para ello, en Chile con el Régimen de Jornada Escolar Completa (JEC), un niño de Básica debe tener 1.520 horas de clases en el año. Un joven de Media, 1.680 horas anuales. ¿Realmente tienen este total de horas de clases?
Volvamos al ámbito latinoamericano: como promedio el 80% de los estudiantes no termina la Enseñanza Media y solamente un 0,6% termina estudios de Educación Superior. Una cifra alarmante, si se compara con los índices de Europa y miembros de la OCDE, en los cuales la cifra es todo lo contrario. Entonces, el gran desafío latinoamericano es convertir a la Educación como variable estrategia para el mejoramiento de condiciones para un mejor nivel de vida. Obviamente aquí los docentes jugamos un rol importantísimo, desarrollando nuestra profesión con un sentido de aporte al desarrollo social de cada país: para que esto ocurra, debe haber una mejor formación inicial docente, mayor compromiso con los aprendizajes y con el desarrollo integral de los alumnos y mayor inserción en la sociedad como promotores de cultura.
¿Cómo lograr lo anterior? Muchos plantean que ello pasa por el mejoramiento de las condiciones laborales de los profesores. Ello es válido, pero no es la única fórmula. Existen otras situaciones que en América Latina (incluido Chile) contribuirán a hacer de la Educación un proceso de promoción social y de cambios culturales. Entre estas situaciones, se mencionan las siguientes:
- Verdadera integración y acercamiento de los Apoderados, Familias y Comunidad al proceso educativo formal: es necesario apoyar a los profesores en la diaria labor educativa. Los padres no pueden ni deben abandonar totalmente la educación de sus hijos, confiando exclusivamente este proceso a los Colegios.
- Claras y adecuadas formas de administración escolar, teniendo claridad en las decisiones que se adopten. En otras palabras, evitar las incertidumbres a las que ya nos estamos acostumbrando en materia educacional.
- Generar óptimos procesos de gestión curricular, comenzando por lo que ocurre en las salas de clases: en estos espacios los alumnos se juegan el éxito o el fracaso de sus aprendizajes.
- Disminuir la deserción escolar, procurando que los estudiantes logren al menos 12 años de escolaridad, con aprendizajes de calidad.
- Fortalecer una Educación Técnico Profesional de calidad, para que los jóvenes egresados puedan aportar al desarrollo tecnológico del país.
- Promover la Educación permanente, como una manera de “aprender a aprender”. Esto tiene relación con el hecho que el conocimiento se está generando permanentemente y a una velocidad impresionante. Lo hoy es una verdad, mañana ya quizás no lo sea.
Finalmente, una reflexión. Las Reformas Educacionales tienen como objetivo el mejoramiento de la calidad de la Educación. Para que ello ocurra, deben darse algunas condiciones que, en el caso de Chile, ya están dadas y son las siguientes:
a) Fortalecimiento de la Profesión Docente, mejorando remuneraciones, entre otros.
b) Mejoramiento de los inmuebles escolares y materiales de trabajo.
c) Jornada Escolar Completa, para tener más tiempo para mejorar los aprendizajes.
d) Reforma Curricular. Ello tiene que ver con el mejoramiento del Currículo y los Planes y Programas de Estudio.
Todo lo anterior ya está instalado en nuestro país. No obstante, los resultados no han sido los esperados. Allí están los indicadores del SIMCE o de la PSU. Entonces, ¿qué nos falta? Tal vez ser más ordenados y metódicos. Un ejemplo: nunca en la historia educacional de Chile habían llegado tantos recursos didácticos para el aprendizaje. El problema es que muchas veces no se sabe qué hacer con ellos y, después que estos materiales han llegado, se capacita a los docentes en su uso (Ejemplo de ello lo constituye la tecnología computacional instalada mediante el Proyecto ENLACES, las Aulas TICS o el Plan TEC con motivo del Bicentenario). Debiera ser todo lo contrario: primero capacitamos y después implementamos.
Caso similar ocurrió con la Reforma Curricular de 1997, lo que significó ajustes a los Planes y Programas de Estudio: años más tarde de iniciada la Reforma se capacitó a los docentes para su implementación. Como se aprecia, nos falta orden y método. En contrario, países como Cuba, con menor cantidad de medios didácticos, ha logrado implementar un Sistema Educativo de alta calidad reconocido a nivel mundial.
El tema desarrollado no solo debiera ser motivo de reflexión dentro de los Establecimientos Educacionales, sino que de manera fundamental debiera preocupar a las Autoridades Educacionales de todos los Niveles. Sería una manera de mejorar…
Luis Espinoza Olivares

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