martes, julio 14, 2009


ABRE HOMENAJE A LOS 105 AÑOS DEL NACIMIENTO DE PABLO NERUDA UNA CUECA A VIOLETA PARRA
Enviado por Alejandra Gallero Urizar el 15 Jul 2009

El homenaje 105 cuecas en honor a los 105 años transcurridos desde el nacimiento del poeta Pablo Neruda, comenzó con la cueca dedicada a la multifacética artista Violeta Parra.

Estuvieron presentes así dos grandes exponentes del arte nacional. Difícil imaginar mejor apertura.

Ya que Parral y sus habitantes son cultores indiscutidos de la danza nacional chilena, me propuse investigar algo más sobre las raíces de la cueca.

La cueca se bailó en los salones de canto y en el campo chileno desde aproximadamente 1824, sin embargo sólo fue declarada nuestro baile nacional, por Decreto Supremo, el 6 de noviembre de 1979.

Pero ¿de adónde proviene? Las respuestas de los investigadores del tema son diversas.

Según don Fernando González Marabolí, gran compositor e investigador folclórico: “Hablar de la cueca es hablar del hombre mismo, del canto profundo del hombre… La cueca es ese canto que tiene ahogado en su pecho, y lo saca a relucir en el ruedo de cantores, como un grito desde el alma... Y sobreviene esa guerra de voces ese “no hay primera sin segunda” es decir, no hay una primera voz sin otra voz que la secunde, y hasta una tercera, entonces en cada estrofa saca el grito un cantor mientras los otros hacen segunda y avivan, hasta el termino de la estrofa, ahí el que hacía segunda voz pasa a hacer primera y así consecutivamente la cueca se va dando en medio de ese “cante jondo”, o lo que es lo mismo, el canto de adentro...Es un culto hecho canto que proviene de los moros, quienes se lo trasmitieron a los españoles, quedando lacrado en todos los cánticos españoles tales como el flamenco (entablado) donde el cantor saca todo lo que su alma encierra, generalmente improvisa versos, une versos dependiendo del conocimiento que tenga del refranero popular”.

Respecto a su nombre y etimología del mismo, hay que señalar que las variantes: zambaclueca, zambacueca, zamacueca y en la actualidad cueca, según don Benjamín Vicuña Mackenna, la palabra originaria sería zamba clueca, de raíz negroide proveniente de la barriada limeña de Malambo.

ZAMBA, del idioma bantú africano significa baile. Por su parte, CLUECA se denomina a la fase en que la gallina, después de haber dejado de poner huevos, se dedica a buscar un lugar propicio para empollar, momento en que es notable su agresividad. Según lo dicho anteriormente, zamba-clueca sería un baile donde la hembra define su postura frente al macho.

Una teoría muy aceptada respecto a cómo llegó a Chile es la que dice que la cueca habría surgido de nuestros vecinos peruanos y que de allí habría derivado a nuestras tierras en los albores de la Independencia. Si nació en Perú o en Chile, creo que carece de importancia, ya que ambos fuimos enfrentados a la colonización española. De acuerdo con estudios efectuados por don Luis Thayer Ojeda, un porcentaje importante de este contingente provenía de Andalucía, zona en que su cultura recibió en forma más potente el influjo árabe. Así la zamba argentina, la zamacueca, la chilena como también se llamó a la cueca, y la marinera peruana brotaron de una misma raíz, dado que su esencia y estructura coreográfica corresponden a la misma danza.

Según la investigadora, compositora y cantante Margot Loyola, “el carácter de la cueca es como el alma de la danza, lo que expresa cada bailarín, la fuerza vital que lo anima y nutre la forma y el estilo condicionados por los factores del entorno, del comportamiento social y reacciones sicofisiológicas”

La cueca originalmente tenía una mezcla de fiesta y orgía, entre el control y el desate. Por entre las coreografías afloraba la creación personal, detrás de los pasos medidos había un avance real sobre la mujer deseada, detrás del pañuelo pudoroso emergía una mirada femenina incitante que recuerda la de una mujer musulmana, quien, cubierta de pies a cabeza, ha aprendido a decirlo todo a partir de una sola mirada.

Chile tiene una gran variedad de paisajes, en donde el calor, el frío, el aire costero y el sol son elementos que están presentes en todas sus zonas, en mayor o menor medida, según sea el caso. Esta diversidad imprime a su vez características propias a la cueca según dónde se baile: en el norte, la cueca es rápida, muy rítmica, valseada y no zapateada y cuando finaliza un pie, se bailan otras danzas regionales. En tanto, en la zona central es posible hallar la cueca criolla o del huaso, de gran donaire y picardía, lo que marca una evidente diferencia con la cueca campesina que es más lenta y menos picaresca e incluso la mujer casi no mira al hombre hasta el final del baile. En la zona sur, en tanto, destaca la cueca chilota, más saltadita y zapateada, siendo la actitud de la mujer más comprometida según sean sus sentimientos hacia su pareja.

Es motivo de gran orgullo ver cuanto se fomenta y practica nuestro baile nacional en la querida ciudad de Parral. Muchas parejas de baile a lo largo de los años han obtenido primeros y segundos lugares en certámenes a nivel nacional. Jóvenes, adultos, niños y adultos mayores tienen sus grupos con los que salen a la pista sabedores del nivel de destreza que han obtenido.

No quisiera dejar pasar esta columna sin formular mi deseo de que la cueca siga siendo motivo y forma de manifestar el regocijo de un pueblo. Confío en que la plasticidad de sus coreografías permita un espacio real de interpretación, de tal forma que los ejecutantes puedan manifestar, a través del baile, sus más íntimas emociones.

Alejandra Gallero U.
parralina@yahoo.com

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