lunes, mayo 04, 2009


MAYO: MES DEL MAR.

Enviado por Alejandra Gallero Urizar el 08 May 2009
¿Qué ha sido de nuestro mar que tranquilo nos baña?, como dice nuestra Canción Nacional. Chile posee una costa marítima a todo lo largo del país que corresponde a 5.000 Km. aproximadamente. Eso supone que deberíamos gozar de playas paradisíacas y de una alimentación rica en mariscos, pescados y algas. Sin embargo no es así.
Poco queda de aquellos lugares en donde pasábamos los veranos; allí en donde podíamos construir sin temor, a la orilla del mar, castillos de arena. No existían en esos balnearios letreros que dijeran “Prohibido el baño, zona contaminada”.
Las playas de mi infancia han quedado en el recuerdo. Las caminatas por la orilla, con las olas mojándonos los pies, mientras buscábamos las conchas más hermosas para llevar de recuerdo a casa, cuando las vacaciones hubiesen terminado.
Desde hace ya varios años la situación ha cambiado. Factores de tipo económico y energético han transformado el entorno marino a muchos kilómetros a la redonda. La instalación de industrias salmoneras, tanto por parte de empresas extranjeras como nacionales, han sembrado el fondo marino de muerte. En el lugar donde instalan las jaulas salmoneras, dentro del mar, allí donde los peces son alimentados, se les aplica antibióticos por las enfermedades que padecen, en gran medida por el hacinamiento en que deben sobrevivir, una vez trasladadas, sólo quedan los residuos que se cuelan a través de las mallas, depositándose en el fondo del mar. Aquello destruye la flora y fauna del otrora maravilloso fondo marino.
Cuando se ubicaron estas empresas en la zona sur, muchos trabajadores agrícolas abandonaron su trabajo atraídos por el “oro del salmón”. Esto no sólo cambió su forma de vida y su cultura, sino que los aprisionó en un trabajo de largos turnos y riesgosas faenas en el mar.
Hoy, luego de que los salmones enjaulados contrajeran el virus ISA (Anemia infecciosa del salmón), cientos de trabajadores han quedado sin trabajo. La pesca artesanal se ve perjudicada por el contagio del virus a otras especies de peces y mariscos. Tampoco pueden volver al trabajo agrícola sin que haya un impulso a este sector por parte del gobierno.
Las condiciones de trabajo en las salmoneras son de alto riesgo, en especial, porque no se toman las medidas de seguridad que corresponden. Por esta razón, el pasado primero de mayo, día que se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, en Puerto Montt conmemoraron el significativo día con el recuerdo de sesenta y tres hombres y mujeres fallecidas durante las faenas salmoneras. Con estas cruces se encaminaron hacia la catedral y hacia las oficinas de la empresa Salmón Chile.
Pero, no sólo las empresas salmoneras han desbastado parte de nuestra costa, también lo hacen las Empresas Termoeléctricas para generar energía. Ellas funcionan a base a carbón, muchas con carbón de piedra, lejos el peor contaminante que existe. Instaladas a la orilla del mar expelen material particulado de alto poder destructivo transformando el hábitat natural de peces, aves y plantas, en un desierto gris irrecuperable, al menos en el mediano plazo.
Hemos sido testigos de noticias que muestran cientos si no miles de peces muertos que van a dar a las playas. Entonces se investiga al responsable, pero el daño ya está hecho.
¿Qué hemos hecho de este mar que tranquilo nos baña?
Alejandra Gallero U.
parralina@yahoo.com

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