jueves, enero 08, 2009


SUCEDIÓ EN ENERO
Enviado por Alejandra Gallero Urizar el 06 Dic 2008
El poeta Vicente Huidobro nace el 10 de enero de 1893 y fallece, a la edad de 55 años, en una finca próxima a Santiago, el 2 de enero de 1948. Hijo de una familia acomodada, pudo desarrollar su pasión por la literatura siempre en contacto con las novedades que se iban gestando en Europa. Pronto abandona sus estudios en el Colegio San Ignacio para dedicarse por entero a las tareas literarias: funda revistas de poesía, organizó tertulias literarias y empieza a publicar sus primeros poemarios. Los poetas con los que se identifica hasta lograr un estilo propio, son las figuras de finales de siglo XIX y principios del XX: Gustavo Adolfo Bécquer, Rubén Darío, Apollinaire y otros.

A los 23 años abandona Chile para deambular por diversos países durante varios años. Su primera escala es en Buenos Aires, Argentina en donde se formula el primer movimiento de vanguardia: El Creacionismo en Latinoamérica. No obstante ya en 1914 se encuentra el origen del Creacionismo redactado en el manifiesto ”Non serviam”, en donde Huidobro establece los aspectos fundamentales de su particular vanguardia, empezando por el artista creador – y no imitador de la Naturaleza - : “No he de ser tu esclavo, madre Natura; seré tu amo. Te servirás de mí; está bien. No quiero y no puedo evitarlo; pero yo también me serviré de ti. Yo tendré mis árboles que no serán como los tuyos, tendré mis montañas, tendré mis ríos y mis mares, tendré mi cielo y mis estrellas».

En Buenos Aires publica su poemario El Espejo en el agua, un libro con nueve poemas siendo su primera composición la titulada “Arte Poética”, la que es en realidad un verdadero manifiesto estético del Creacionismo:
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El Poeta es un pequeño Dios.
De El espejo de Agua, 1916

En un ensayo de estética, “La Creación Pura”, publicado en 1921, Huidobro da a conocer el verdadero origen de la concepción del poeta como pequeño Dios. Ese origen devendría de la tradición precolombina: «Esta idea de artista como creador absoluto, del Artista-Dios, me la sugirió un viejo poeta indígena de Sudamérica (aimará) que dijo: 'El poeta es un dios; no cantes a la lluvia, poeta, haz llover'».

La obra más importante de este artista es “Altazor o el viaje en paracaídas”, reconocida como su obra maestra. Publicada en 1931, este extenso poema demoró en gestarse desde 1919. Algunos críticos ven en el poema un camino hacia la invención de un nuevo lenguaje poético o el camino hacia la desarticulación del lenguaje. Los siete cantos que conforman el poema hace posible vincularlo a los siete días de la Creación enunciados en el Génesis.

Huidobro es sin duda uno de los poetas con mayor aporte a la poesía. Su contribución del Creacionismo, que, aunque de factura propia, es heredero del Cubismo Literario y del Futurismo, marca un hito en el quehacer poético.
Alejandra Gallero U.

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