viernes, noviembre 21, 2008

UNA OPINIÓN / HACIA DONDE VA NUESTRO QUERIDO PAIS

Enviado por Luis Espinoza Olivares el 21 Nov 2008

¿Hacia dónde va nuestro querido país? La verdad es que Chile ha sido un verdadero campo experimental, en el cual se han probado las más diversas fórmulas para solucionar todo tipo de problemas: sociales, políticos, educacionales, previsionales, de salud, etc. Todo con las mejores intenciones por parte de los autores de semejantes ideas y con la mejor voluntad por parte de los ejecutores.

Sin embargo, poco o casi nada sucede a través de las décadas, se vuelve a las mismas actitudes improvisadoras, al tradicional desencanto de los chilenos, a la desconfianza en todo, incluso en el sistema social.

Cosa curiosa, porque Chile tiene un capital humano incomparable y es una fuente de riquezas naturales extraordinaria. No obstante, seguimos en lo mismo. Durante muchos años se dijo que nuestro país era un “tigre”, alegoría usada para indicar que estábamos a la altura del desarrollo logrado por muchos países asiáticos. Entonces para ratificar tal situación, se firmó cuanto Convenio o Tratado Internacional se puso por delante. La cosa era firmar y firmar Tratados con EEUU, con Europa, con los países asiáticos, con India, China, Japón, México, Canadá, MERCOSUR, etc.

Y aquí estamos, con los mismos problemas de siempre (y en algunos casos agudizados). Un modelo económico que golpea duramente a los trabajadores, huelgas por mejoras salariales, paralización del país en sus servicios básicos, inflación galopante (aunque se intente aparentar lo contrario), salud y educación exclusiva y excluyente según sea el nivel de ingresos económicos, jubilaciones miserables (ver las pensiones dadas por las AFP), violencia y delincuencia desatadas a través del país, etc.

Tal vez el error más grande que siempre se ha cometido en nuestro país, es hacer creer a los ciudadanos que existen varitas mágicas para solucionar los problemas: se nos ha acostumbrado a creer que los Gobiernos todo lo pueden solucionar. Si bien es cierto que las grandes Directrices y Políticas generales las puede fijar el Gobierno de turno, no es menos cierto que la mayoría (por no decir casi todos) los problemas tenemos que contribuir a solucionarlos cada uno de los chilenos, a través del esfuerzo, la dedicación, el acceso a mayores niveles de escolaridad, el emprendimiento personal.

Si seguimos esperando que los gobernantes de turno nos solucionen todo, seguiremos en lo mismo. Si nos siguen acostumbrando a que todo debe llegar hecho desde arriba, estamos equivocados. Basta de paternalismo estatal, que a la larga siempre solo ha traído desencantos cuando los Gobiernos no pueden satisfacer todas las demandas. En lo que sí los Gobiernos deben comprometerse (junto al sector privado) es en la creación de puestos de trabajo, que permitan a los jefes de hogar ganarse el sustento con dignidad y por consiguiente, levantar y promover a su familia para ser un real aporte a la sociedad.

En suma, lo que Chile necesita son fundamentalmente dos cosas: 1.- Asegurar que todos los chilenos tengan un trabajo digno y decente. 2.- Crear Políticas Gubernamentales para el fortalecimiento de la Familia, como núcleo básico de la sociedad. Lo demás vendría solo: habría prosperidad económica para cada familia, y no solo para los Empresarios como sucede hoy en día; disminuiría la cesantía, la delincuencia, se acabaría el desencanto y la decepción popular que se experimenta con cada Gobierno de turno, por la incapacidad de cumplir las promesas hechas durante las Campañas Electorales.

El próximo año habrá nuevamente Campañas Políticas por las Elecciones Presidencial, de Senadores y Diputados. Respetuosamente pedimos a los Sres. Políticos y Candidatos que se abstengan de hacer ofertas y promesas que escasamente se cumplen, porque muchas veces no está a su alcance su implementación. Es hora de cambiar la fórmula: en vez de prometer soluciones irreales, invitamos a que a través del trabajo legislativo se diseñe una plataforma de creación de Empleos para los jefes de hogar (junto al Sector Privado), pero que sean trabajos productivos, que contribuyan realmente al desarrollo social y económico del país. Consecuentemente con esto, disminuiría enormemente la cantidad de Subsidios Estatales, que generalmente provienen de los Impuestos aplicados a las personas que trabajan. Con ello se empezaría a corregir una inequidad, pues no es posible que quienes trabajan y se esfuerzan día a día tengan que estar aportando a personas que no producen nada.

Alguien dirá que la red de Protección Social pretende corregir las desigualdades sociales, ayudando a los más vulnerables. La mejor forma de ayudar a una persona socialmente vulnerable es dándole capacitación, educación y una fuente laboral digna. Lo demás viene solo.

Igualmente, el trabajo parlamentario debe centrarse en el fortalecimiento de la Familia como Institución básica de la sociedad. Si esto ocurre, disminuirá la delincuencia juvenil, la drogadicción y muchos otros problemas que están afectando principalmente a los jóvenes.

Chile tiene que cuidar más a su Capital Humano, pero no precisamente solo con Subsidios, sino que entregando a las personas las herramientas que les permitan un armónico desarrollo y una positiva integración a la Sociedad.

“A quien tiene hambre no le des pescado: enséñale a pescar”.

Luis Espinoza Olivares

No hay comentarios.: